lunes, septiembre 24, 2012

The Swell Season (documental)


En 2011, cuatro años después del inesperado éxito mundial de Once, el dúo formado por Marketa Irglova y Glen Hansard, The Swell Season, se encuentra de gira internacional presentando los temas de su nuevo disco, Strict Joy. Alguien tiene la brillante idea de filmar el tour y de paso, las reflexiones de sus protagonistas sobre la música, el éxito, el amor, las relaciones de pareja, la familia... Y sobre todo qué hacer con el resto de tu vida cuando todo aquello que habías soñado de repente se hace realidad, como le ocurre al amigo Hansard, tal y como le espeta, un poco a mala uva, una fan tras un concierto.

He leído en alguna parte que este precioso, emotivo, a veces desasosegante, documental se puede considerar como la cara B de Once. No sé si es una manera un poco facilona de definir este trabajo. Aquello era ficción, más o menos, y este The Swell Season es la vida misma, pura y dura: desde la fobia que siente Marketa Irglova a que los fans quieran hacerse fotos con ella como si fuera una celebrity, algo que detesta, hasta la presentación de la curiosa familia de Glen Hansard, con esa madre medio filósofa y un padre ex-boxeador y alcohólico empedernido. En Once había romanticismo a raudales y aquí los gestos románticos se muestran bastante más prosaicos, más teñidos de cruda realidad, el día a día en la vida de una pareja de músicos que intentan explorar su relación, al mismo tiempo que tratan de entender y asimilar el monumental lío en que se han convertido sus vidas. Y es que, por lo que parece, el éxito brutal puede ser un arma de doble filo: si no eres capaz de gestionarlo como es debido puede convertirte en un auténtico gilipollas.

Por supuesto, la banda sonora es excepcional, casi toda extractos de las actuaciones del dúo, en su gira por teatros y salas de medio mundo. Una gozada la pasión en la desgarradora voz de Hansard y la sensible fragilidad en las composiciones e interpretaciones de Irglova.

Si te gustó Once, si eres fan de The Swell Season, o si simplemente te gusta la buena música y tienes curiosidad por conocer las preocupaciones y cavilaciones de los artistas que se topan de bruces con el éxito masivo, no debes perderte este trabajo. Ideal para soñadores de quimeras (con perdón de la Casa Real) que pueden hacerse realidad.

martes, septiembre 11, 2012

Irlanda, día 11

Y llegó el final, lo que suele ocurrir con cualquier historia por muy buena que sea ésta, como ha sido en nuestro caso y este viaje que nos hemos regalado a nosotros mismos. Hoy hemos hecho un poco de turismo por Dublín, ciudad que ya conocíamos de otra ocasión. Paseos y últimas compras por O'Connell St. y por Grafton, la calle comercial por excelencia de la ciudad, muy divertida por las actuaciones de los músicos callejeros, en algunos casos muy talentosos. Aquí empezó mi 'cousin' Glen Hansard, el líder de los Frames e integrante de The Swell Season, junto a Marketa Irglova -la pareja protagonista de 'Once'-.

Nos hemos gastado una fortuna en discos y libros, pero hay que aprovechar la ocasión. Me hubiera llevado una veintena de Cds y libros de música que he visto aquí  y que no venden en España, pero no se puede tener todo: la próxima vez será.







Un chocolate en Bewley's, en Grafton St., muy cerca de la famosa estatua de Molly Malone, quizá la tendera más fotografiada de Dublín, y una vuelta por los alrededores de la National Gallery, que ya visitamos la otra vez. Hemos aprovechado para ver de nuevo a nuestro amigo Oscar, que sigue igual que siempre, con su sonrisa picarona.

Y como no, la pinta de Guinness para despedirnos de Irlanda como es debido. 

La catedral de San Patricio, tan hermosa y espectacular, como la última vez que la vimos.

Molidos, cansados y felices, acabamos nuestro periplo irlandés. Este es, sin duda, un gran país, de gentes amables, acogedoras y, sobre todo, bondadosas. De su belleza cultural y natural ya he hablado suficientemente aquí. De verdad, increíble.



Ahora nos queda el otro viaje, el interior. Pero ese viaje ha de hacerse poco a poco, sin equipaje ni horarios, reposando las vivencias y todo lo visto, oído y saboreado. Quizá algún día rebrote todo ello en forma de canción. Ojalá...

See you, Irish friends, cheers!




lunes, septiembre 10, 2012

Irlanda, día 10

Más relajados que ayer, nos hemos levantado con la idea de disfrutar de la Giant's Causeway, es decir, la Calzada de los Gigantes, en esta escapada a Irlanda del Norte. Durante el desayuno en nuestro B&B, hemos conocido a una pareja de británicos encantadores que hablaban portugués a la perfección por haber vivido en Brasil durante 40 años: lo bueno de viajar de esta manera es que conoces mucha gente de todo tipo, lo cual es enriquecedor, qué duda cabe.

Y puestos en ruta, one more time. En el centro de visitantes hemos podido comprobar cómo cambia la cosa cuando son los británicos los que gestionan un monumento, aunque sea de carácter natural, como es la Calzada de los Gigantes. Todo perfectamente dispuesto para que compres y consumas a más no poder. Una vez superados los torniquetes de acceso, pago mediante de 8 libras, hemos encaminado nuestros sufridos pies a esa maravilla.

Las columnas de origen basáltico, con formas poligonales, causan estupor, os lo aseguro. Por cierto, os recomiendo que si queréis caminar sobre ellas no lo hagáis en un día lluvioso porque  las puñeteras resbalan que da gusto.... Yo casi me mato hoy intentando emular al gigante Finn, el de la leyenda que da nombre a este capricho de la naturaleza.

Hay varias formaciones curiosas. A mí, particularmente, la que más me ha gustado es la que llaman 'The Giant's Pipe', unos 'tubos' de 12 m. de largo que se asemejan a los de un órgano de iglesia.



Hay varios itinerarios, aunque nosotros hemos elegido el más sencillo: tras 10 días de no parar, era el que más agradecían nuestras articulaciones. Hemos hecho pic-nic en el centro de visitantes y luego rumbo a Dublín, para pasar los dos últimos días de nuestro periplo irlandés en la capital del país. Lo malo es que un inoportuno dolor de cabeza de los míos nos ha impedido disfrutar de la tarde en la ciudad, así que nos hemos quedado en nuestro B&B dublinés -Flyover- descansando y recuperando fuerzas. Mañana excursión por la ciudad. No os la perdáis!

domingo, septiembre 09, 2012

Irlanda, día 9

Decía ayer que el día de hoy iba a ser duro. Pues efectivamente, lo ha sido. Salimos pronto de Navan, del B&B Meadow View -muy normalito,  a pesar de que en Tripadvisor lo ponían por las nubes-, camino a Newgrange, en el complejo arqueológico de Brú na Bóine. Al llegar allí, oh, sorpresa!: resulta que las entradas hay que comprarlas en el centro de visitantes, a 17 Km. del monumento!  Rápidamente, emprendimos camino hacia allá y pudimos comprar tickets y unirnos a uno de los grupos de visitantes. Te llevan cómodamente desde el centro de visitantes en unos autobuses tipo 'satélite', todo muy bien organizadito, como debe de ser. Pero claro, nosotros no teníamos ni idea....

La primera visita es al monumento de Knowth, no tan conocido como Newgrange, pero tan importante o más que éste. Es un impresionante conjunto de túmulos funerarios construidos con piedras que luego fueron bellamente talladas, con motivos y símbolos de los cuales se desconoce el significado.

A continuación, te trasladan al increíble túmulo de Newgrange, una construcción funeraria datada hace 5000 años. Lo que realmente impresiona de este monumento, aparte de que se construyera con pesadas rocas trasladadas desde lugares alejados muchos kilómetros del lugar del túmulo, es que éste se encuentra perfectamente alineado con la posición de los primeros rayos del sol, en el solsticio de invierno. Una virguería de ingeniería megalítica que impresiona aún más cuando visitas el interior del monumento y te muestran el efecto, recreado de forma artificial, pero que, no por ello, deja de ser menos impresionante.


De verdad que este monumento me ha dejado 'tocado': recomendable al 100% si vais a Irlanda y os encontráis por Dublín o alrededores: haced una visita a Newgrange porque no os decepcionará.

Cansados, pero con las pupilas aún dilatadas por el efecto 'Newgrange', hemos emprendido viaje a Irlanda del Norte, concretamente hasta Coleraine, donde dormiremos hoy, en un estupendo B&B -Brown's Country House-. El paisaje cambia dramáticamente cuando abandonas la República de Irlanda, sobre todo cuando te adentras en la industrial Belfast, lo que no quiere decir que no merezca una visita próximamente. Nuestro destino mañana: la Calzada de los Gigantes!

sábado, septiembre 08, 2012

Irlanda, día 8

Día de volante con el fin de llevar a cabo nuestro plan. Hemos atravesado el país de oeste a este para llegar a Navan, cerca de Newgrange, lugar que visitaremos mañana. A mitad de viaje hemos hecho una parada en Clonmacnoise, un asentamiento monástico paleocristiano del siglo VI, magníficamente conservado.

Por la tarde, ya instalados en el B&B, toca cervecita en el pub. Y a retirarse prontito, que mañana será un día duro!

Irlanda, día 7

Connemara, Connemara.... Sólo el nombre evoca todo un universo de cuento. Y es que esta región del país es especialmente bella y cautivadora, romántica y melancólica, con sus lagos y sus paisajes brumosos.
Hoy el día no nos acompañó mucho. La niebla y la orvalleira irlandesa lo cubrían todo cuando salimos de nuestro B&B (Hazel Grove, en Cong: magnífico, super-tranquilo). Pero esto no impedía que los lagos de Connemara mostraran todo su encanto. Muy al contrario, parecía que el paisaje se había despertado cubierto de un manto de melancolía.


Después de admirar unos cuantos lagos y de echar unas 3500 fotografías a cada uno de ellos, nos encaminamos al famoso Sky Road, recorrido costero cercano a la localidad de Clifden. Una lástima que la niebla no nos permitiera admirar su (suponemos) belleza. Por las fotos que hay colgadas en Internet, debe ser bastante espectacular.

Proseguimos nuestro camino, esta vez en dirección hacia la abadía de Kylemore, un palacio construido junto a un lago en el siglo XIX, y que es uno de los monumentos más visitados y fotografiados de Irlanda. Si veis la imagen entenderéis por qué.

La hizo construir el parlamentario inglés Mitchell Henry, quien vivió en ella junto a su familia y cuya existencia sin preocupaciones (se entiende, por el lugar donde residían...) se vio truncada por la muerte prematura por disentería de su esposa Margaret, tras unas vacaciones en Egipto. El hombre hizo construir en la propiedad una réplica de una catedral gótica en miniatura, en honor a su mujer. Junto a la construcción hay un mausoleo donde se encuentran enterrados los dos, junto a otros miembros de la familia. En el recinto, merece la pena visitar también los jardines y la casa del jardinero, cuya atmósfera de la época está magníficamente reconstruida.

De vuelta hemos pasado por Westport, aunque estábamos tan cansados que apenas hemos podido ver nada. Ya con el sol cayendo, hemos regresado a Cong, donde hemos cenado estupendamente en uno de los pubs del pueblo. Lástima que hoy no tocaba ningún grupo.

Para mañana, y los restantes días que nos quedan aquí, tenemos programado un ambicioso plan. Esperemos que todo salga a pedir de boca. Os lo seguiré contando aquí.

viernes, septiembre 07, 2012

Irlanda, día 6

Los días van pasando y, sin darnos cuenta, va a hacer una semana que estamos en Irlanda. Hoy amanecimos en Galway, en el B&B Lawndale House: sencillo y con un trato agradable por parte de la señora que lo regentaba. Estos pequeños hoteles familiares siempre son curiosos de visitar, ofrecen un trato personalizado y, sobre todo, mucho más humano que el dispensado por los hoteles convencionales. Con la amabilidad y hospitalidad de los irlandeses, la experiencia se convierte en todo un placer.

Hoy teníamos planeado ir a las Aran Islands, unas islas que aún conservan el modo de vida de los irlandeses de antaño. Es uno de esos lugares que hay que visitar alguna vez en la vida: sin mucha extensión de terreno, las tres islas que conforman el pequeño archipiélago son una prolongación del 'Burren', sin apenas árboles, de terreno kárstico, se accede a la isla principal, Inishmore, con unos ferrys que zarpan desde la población de Ros-a-Mhil, cercana a Galway.

Esta isla posee todas las comodidades de la vida moderna, aunque sin perder ese aire marinero, romántico y melancólico, que viene dado por el terreno y los fuertes vientos que peinan las rocas de surcos. Se puede visitar en minibus, bicicleta (alquiler), coches de caballos o a pie. Lo más destacado de Inishmore es una sorprendente fortaleza de piedra, conocida como Dun Aengus, construida hacia el 1100 aC, al borde de un acantilado y con un muro de piedra alrededor que, entiendo, la haría especialmente inexpugnable. Asomarse al acantilado, os puedo garantizar, daba pavor.... 

Otra de las curiosidades de la isla es que alberga entre su fauna, una pequeña población de focas.



Después de recorrer el resto de la isla, y de hacer un parón para el pic-nic de rigor, hemos cogido el ferry de vuelta. La excursión nos ha dejado particularmente agotados, por lo que hemos decidido reservar el B&B de esta noche y encaminarnos a él directamente, un poco para descansar de tanto tute (llevamos 6 días sin parar...) y un poco también para planificar la 2ª parte de nuestro viaje por Irlanda.

Hoy dormimos en Cong, un pueblo agradabilísimo donde, dato curioso, se rodó la famosa película de John Ford, El hombre tranquilo.

Mañana recorreremos la zona de los lagos de Connemara. De hecho, de camino hacia aquí ya nos hemos ido familiarizando con lo que nos espera: una auténtica maravilla de cuento.



miércoles, septiembre 05, 2012

Irlanda, día 5


Hoy ha sido un día de echar kilómetros al volante, pero ha merecido la pena. Después de pasar nuestra segunda noche en Killarney, en el B&B, Robeen House, hemos partido hacia Talbert. Allí hemos cogido el ferry que lleva a la península del condado de Kerry, a través del río Shannon. Hemos aprovechado la espera hasta embarcar con el coche para hacer un breve pic-nic y a duras penas hemos podido llegar a los postres: el barco nos ha sorprendido y hemos tenido que salir corriendo hacia el coche. La travesía es corta, aunque muy agradable.

El objetivo de hoy era ambicioso: ver los acantilados de Kilkee, The Diamond Rocks, los acantilados de Moher y la región conocida como 'The Burren'. 

Los acantilados de Kilkee no son tan populares como los de Moher, pero no tienen nada que envidiar a estos. Además reciben muchos menos visitantes, lo cual es de agradecer. Estas rocas son de una belleza sobrecogedora.

Un par de horas después partíamos hacia cliffs of Moher, con un tiempo espléndido, lo que nos venía a la perfección para contemplar los acantilados en todo su esplendor. 







Con el sol agonizando, hemos puesto rumbo hacia la región de The Burren, el esplendoroso mar de roca y paisaje kárstico. Aquí se pueden admirar restos de asentamientos y dólmenes.

Un día agotador, pero que ha merecido la pena. Mañana Islas de Arán. Hoy dormimos en Galway.







Irlanda, día 4

Finalmente nos hemos decidido hoy por ir a 'The Ring of Kerry', una comarca al suroeste de Irlanda, en una de las penínsulas más impresionantes del país. La riqueza natural y los paisajes son para quedarse boquiabiertos. Destacaría de todo lo que hemos visto hoy, la población de Waterville, un pueblo costero de veraneo, con una playa preciosa, excelentememe preservada de la rapiña especuladora que en España, desgraciadamente, tan bien conocemos.

Pero lo que más merece la pena de esta comarca es sin duda la isla de Valentia. Una vez dejado atrás Cahersiveen, se puede embarcar con el coche en un pequeño ferry en la población de Portmagee. La travesía hacia la isla no dura ni 10 minutos, pero merece la pena. Posteriormente, el viaje dentro de la isla es pura magia con los paisajes marítimos, playas y acantilados.

A la vuelta hemos aprovechado la tarde en un paseo en coche de caballo por el Parque Nacional de Killarney. No hay nada más 'turístico' por aquí, pero la experiencia es agradable y ofrece la posibilidad de conocer más detalles del parque a través del cochero, lo que no puede igualar ninguna guía de viaje.


martes, septiembre 04, 2012

Irlanda, día 3

Nuestro periplo por tierras irlandesas parte hoy de Kinsale, donde nos hemos alojado en Woodlands House, acogedor y tranquilo B&B. Luego visita relámpago al monumento megalítico de Drombeg Stone Circle, el 'Stone Henge' irlandés.

A continuación, pequeña parada en la encantadora localidad de Clonakilty, donde hemos tomado un refresco (aún es pronto para una Guinness...) y hemos hecho algunas compras. Aquí nació el célebre líder independentista, Michael Collins.







Un pic-nic rápido al amor de la 'Irish pouring rain' y emprendemos camino hacia Bantry, espléndida y señorial. Visitamos la famosa Bantry House, aunque sólo nos quedamos en los jardines, pues tenemos prisa por llegar a Killarney, donde nos alojaremos esta noche. Por el camino hacemos varias paradas en el maravilloso Killarney National Park.

Por la noche, han caído varias Guinness por los numerosos pubs del pueblo; la música y el jolgorio lo invaden todo. Esta gente sabe pasárselo bien, no hay duda.

Y mañana? Quién sabe.... Quizá 'The Ring of Kerry', quizá paseo a caballo o en bici por el parque de Killarney.... Aquí os lo contaré.

lunes, septiembre 03, 2012

Irlanda, día 2


Segundo día en Irlanda y nada mejor que empezarlo en Newlands Lodge! El mejor B&B, sin duda. Todos los detalles son de una exquisitez tal y la hospitalidad de los dueños es tan especial que te sientes mejor que en casa. Totalmente recomendable.


Hoy nos apetecía ver castillos y hemos visto el de Kilkenny, absolutamente espectacular, y el de Cashel -The Rock-, este apabullante.

El enclave y la grandeza de esos muros sobrecogen






Hoy dormimos en Kinsale, muy cerca de Cork. Hemos visto una actuación en directo, pero no era lo que buscábamos. Estoy deseando ver a un grupo de música tradicional irlandesa. A ver si hay más suerte más adelante, en nuestro camino un tanto improvisado.

domingo, septiembre 02, 2012

Irlanda, día 1

Llegamos a Irlanda ayer por la tarde, tras un vuelo que se nos hizo un poco pesado, la verdad (y eso que volábamos con Iberia, aunque en su filial 'Express'). En el aeropuerto de Dublín, recogimos nuestro coche de alquiler y emprendimos camino hacia el condado de Wicklow. Alojamiento en Coolakay House, un B&B estupendo y tranquilo, en un entorno envidiable. El desayuno también lo es. Sin duda.

Por la mañana paseo por los majestuosos jardines de Powerscourt. Una preciosidad. Pequeño pic-nic y luego hacia Glendalough, uno de los lugares más hermosos de Irlanda. Es una delicia contemplar las ruinas donde pasó sus castos días San Kevin, el santo local. Los paisajes y los lagos acarician nuestros castigados y urbanitas sentidos.

Camino hacia Kilkenny, y aquí cena en uno de los muchos pubs que tiene la ciudad. Vemos que tiene una marcha increíble.

Hacemos noche en Newlands Lodge, uno de los mejores y más hospitalarios B&B de la zona.
Estamos molidos, pero muy contentos. We love this country!