Hoy hemos tenido un día realmente bonito en Asturias. Con el cielo completamente despejado hemos decidido ir al concejo de Gozón para visitar el Cabo de Peñas y luego ir a la playa de Xagó. Hemos disfrutado de unas vistas maravillosas en uno de los múltiples miradores que hay por la zona. Nos hemos planteado, medio en broma, medio en serio, venirnos a vivir aquí. Y es que nos gusta demasiado todo esto. El mar, los verdes prados, la comida y la simpatía de la gente nos llaman mucho la atención. Quién sabe...
Peñes estaba ahí, como siempre, magnífico, para nosotros es casi un clásico en nuestras visitas a Asturias. Las gaviotas sobrevolaban las rocas y el faro. Hemos disfrutado de las vistas como críos.
Luego, comida en Casa Elías, junto a nuestros amigos de Casa Roces quienes han tenido a bien alojarnos en nuestras dos últimas vistas a Asturias. En C. Elías nos han servido una estupenda ensalada y unos calamares que estaban riquísimos. De segundos, destacar el pixín a la plancha, preparado con esmero.
La tarde en la playa de Xagó ha sido bonita, entrañable, relajante. Este lugar paradisiaco ha sabido escapar a la especulación y a la rapiña de las inmobiliarias. Se conserva virgen, medio escondido entre un bosque de eucaliptos cuyo olor se percibe a Km. Confiamos en que se conserve así por muchos años.
Para terminar la agradable jornada, una opípara cenita en La Fustariega, un restaurante muy bien montado y aún mejor servido. Unas patatas al cabrales, unas buenísimas chuletitas de cordero y una ventresca de bonito como hecha para los mismos dioses han rematado un día de lo más bonito, que hemos agradecido. Como curiosidad decir que en La Fustariega hemos conocido a un romano que lleva 4 años viviendo en Asturias. 'De fiesta' como decía él. Escanciaba la sidrina que daba gusto, con su acento ente italiano y asturianu.
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