viernes, marzo 09, 2012
Drive
Apenas sabía nada de esta película. Me hablaron muy bien de ella e incluso me llegaron a comentar lo injusto que había sido el hecho de haberse convertido en una de las grandes olvidadas en la última entrega de los Oscar de Hollywood. Ahora que la he visto me uno a esa multitud que clama porque Drive no se haya llevado alguna estatuilla más, aparte de la ganada en el no muy vistoso apartado de los 'efectos sonoros'.
Drive es, fundamentalmente, un buen guión, una buena puesta en escena, una buena fotografía, unos buenos secundarios, una magnífica -y ochentera- banda sonora.... Pero es, sobre todo, Ryan Gosling. Un actor que por aquí no era muy conocido excepto por su papel protagonista en la popular 'El diario de Noa'. Creo que en Drive, Gosling seduce por su mirada triste, melancólica, ensoñadora. No es sencillo decir tanto con tan poco.
De esa ensoñación, también se impregna la atmósfera de la película, sobre todo al principio, de tal manera que prácticamente nos deja meciéndonos en el asiento trasero de ese 'Chevie' Impala que conduce nuestro driver particular por las calles de L.A. de manera magistral, manteniéndonos a salvo de la poli y demás defensores de la ley. Pero esa sensación va degenerando poco a poco en un drama violento -ojo a las personas de corazón sensible, puesto que las escenas violentas son especialmente escabrosas-: las peripecias de este moderno caballero andante del siglo XXI, de chaqueta retro y guantes de conducción, en defensa de su Dulcinea particular, se tornan amargas a cada fotograma. Pero el paseo, nunca mejor dicho, merecerá mucho la pena, os lo aseguro.
Secundarios de lujo: Albert Brooks, Cristina Hendricks, Carey Mulligan y Ron Perlman.... Y L.A., hermosa y sórdida.
Un clásico instantáneo.
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